En el modelo de intervención del equipo se establecen unas características diferentes a cualquier otro modelo utilizado en el ámbito educativo, que determina el sistema de organización técnico, profesional y laboral.

1. Asunción de los casos por parte de los miembros del Equipo. El orientador que asuma el caso se ocupará del mismo desde el comienzo hasta la finalización de la intervención

2. Asignación de los casos por consenso en función de sus características.

3. Los profesionales de la especialidad de orientación educativa realizan las siguientes funciones docentes: a) Con los alumnos en sus propios centros, de forma individual y/o grupal, y en el aula de tratamiento ubicada en la propia sede del equipo a la que acuden los alumnos desde sus centros escolares. b) Con los profesores: realizando tareas de modelado en su propia aula y llevando a cabo el asesoramiento y dotación de recursos para dar respuesta a los alumnos. c) Con las familias: de forma individual y en grupo a través de la formación colectiva a familias.
   
   
4. Coordinación con las Unidades de Psiquiatría Infanto-Juvenil del SACYL de León y Bierzo, para llevar a cabo el seguimiento conjunto médico-educativo de los alumnos atendidos.
   
   
5. Intervención en el centro del alumno.El alumno es atendido en su propio centro para posibilitar la identificación y el control de las variables antecedentes y consecuentes que determinan la aparición o desaparición de las conductas problemáticas en su contexto. La itinerancia es, por tanto, una característica básica en la actuación del Equipo. No obstante, determinados alumnos, y siempre a propuesta del equipo, podrán ser atendidos en el Aula de tratamiento.
   
   
6. Intervención en distintas etapas y centros educativos de Infantil, Primaria, Secundaria y Educación Especial, de 3 a 16 años. En centros públicos y concertados. La intervención se ajustará a los horarios de cada centro.
   
   
7. Intervención a demanda de los centros escolares. Esto implica que no existen centros de atención preferente, que no se pueda sectorizar la intervención y que no se pueda asignar un miembro del Equipo a un centro concreto. Las demandas se van recibiendo a lo largo de todo el curso y se van atendiendo en función de la disponibilidad horaria de los profesionales del Equipo de Conducta, de la evolución de los casos atendidos y de las situaciones de riesgo que se puedan producir.
   
   
8. Individualización estricta de los casos. La intervención se centra en un alumno concreto y sus conductas, procurando su modificación o control por parte de profesores y familias.
   
   
9. Enfoque cognitivo-conductual con perspectiva ecológica. Las intervenciones siempre parten del ámbito escolar, estando prevista, desde el primer momento, la intervención socio-familiar, con el fin de modificar las variables que favorecen y mantienen la aparición de un comportamiento concreto.
   
   
10. Trabajo en equipo.
    
    
11. Trabajo en red. La actuación del Equipo se efectúa siempre a partir del ámbito escolar; sin embargo el trabajo “en red” será uno de los aspectos claves en el diseño de dichas actuaciones, colaborando con otros Servicios: educativos, sanitarios y sociales.
    
    
12. Formación permanente de los miembros del Equipo.